La casa CHANEL, presenta un imponente espectáculo de su colección Crucero 2016/17, en la Habana- Cuba, en la que se mostró un gran evento, amenizada con música de diferentes géneros de origen africano, como la cantante Omara Portuondo, y el dúo de música urbana Gente de Zona.
El desfile se llevó a cabo en el Paseo de del Prado, ubicado en la vieja Cuba, el cual sirvió como escenario para presentar la colección del diseñador alemán Karl Lagerfeld, cabeza de la casa de moda Chanel , un evento lleno de emociones el cual solo estaba enmarcado por la iluminación propia del lugar dejando de lado esos desfiles con escenografías espectaculares que son emblemáticos de la marca, solo esto bastó para provocar una atmosfera que trasladó a los espectadores a la época de los años 50 y 60 y al otro lado de camellón un considerable número de automóviles antiguos de la década de los cincuenta, popularmente conocidos como «almendrones», dándonos muestra que el tiempo se detuvo un instante y su gente observando desde los balcones admirando un espectáculo que nunca pensaron ver. Una fiesta que se llevó acabo en esa isla caribeña, la cual tuvo como objetivo el manejar dos contextos los cuales se identifican primero con la casa de modas francesa CHANEL con sus telas y procesos que identifican su alta costura. La segunda dar a conocer a Cuba su fiesta, la música, sus ritmo, los aromas una fiesta de colores. Dando referencia a un comunicado en la que la marca expresaba de la «riqueza cultural» era uno de los motivos que les atraía de Cuba.
En esta ocasión nos muestra una colección con siluetas masculinas con cortes clásicos, solapas amplias, chaquetas en contraste de color blanco y negro, pero la ves con prendas femeninas con movimiento que fluye en su andar, sin olvidar los detalles que se identifican de CHANEL, las perlas montadas con racimos de flores confeccionadas de organzas , los detalles en hombros y mangas , los cinturones metálicos que enmarcan la cintura, creando siluetas de reloj de arena, con destellos de luz aportado glamur y elegancia , siluetas blandas y transparentes, por otro lado los tejidos rígidos que nos da el tweed tejido emblemático de la marca, utilizada en prendas que se ajustan al cuerpo con cortes tradicionales , pero combinadas con telas suaves. Las casacas con aplicaciones de estampados.
Una gama de color tan extensa y variada influenciada por el entorno que se vive en la isla, sin olvidar los colores de la casa francesa como es el blanco y negro acompañado de beige , pero lo que llama la atención fue ese color café tabaco dando referencia a los habanos cubanos, acompañados de ese rosa característico de la década de los 50, continuando con estampados majestuosos para ese verano en la playa, las camisas blancas arremangadas y anudadas, como los turbantes de las mulatas, sin olvidar la guayabera masculina rematada con estampados o motivos brillantes. Prendas con detalles exquisitos, y elegantes pero también presentando prendas casuales como esa playera a rayas que no pueden faltar en el verano.
Todos esto acompañado de sandalias, mocasines tipo bostonianos característicos de la casa CHANEL esa punta de color negro que por décadas no han presentado. Pieza icónica el sombrero de paja de ala corta conocidos como panamá. Que favorece a hombres o mujeres por igual. Las boinas del Che Guevara. Acompañadas de sus bolsos capitoneados con asas de cadenas.
Lo majestuoso de este desfile es la nostalgia de una época, el entorno cultural, los colores de sus fachadas, la algarabía de su gente, el baile y por otro lado que la visión de Karl Lagerfeld el de romper esquemas, al llevar un espectáculo de esa magnitud rompiendo barreras que durante años no han permitido tener ese acceso.
El desfile de Chanel en Cuba se produce un día después de que llegara a La Habana el primer crucero procedente de EE.UU. en más de 50 años. Logrando así una unión de diferentes ideologías, creencias y costumbres , concluyendo con un baile a lo largo del Paseo del Prado con todos los colaboradores, bailarines, músicos modelos gente del pueblo que se unía al son de los ritmos caribeños y al fondo esa música incesante que no termina de sonar. Un espectáculo que quedó en las mentes de los residentes de esa Cuba que tiene para brindar tanto. Quedando como la manifestación más extrema hasta la fecha del nuevo estatus de moda.

Elaborado por Rocio Segovia Huerta.